En la semana que acaba de pasar sucedieron acontecimientos impactantes, inolvidables e incluso históricos. Por esa razón vale la pena recordarlos, dejando una huella en la memoria de la sociedad y de los venezolanos que cada día caminamos a la sombra de una problemática con cara de monstruo: la inseguridad.
El pasado jueves el Jefe de Estado, Hugo Chávez, le presentó al país en cadena nacional la nueva Guardia del Pueblo, un componente de las fuerzas de seguridad para hacerle frente a la delincuencia en las zonas más maltratadas por este flagelo. De acuerdo a los planes gubernamentales, estos guardianes velarán por el bienestar de la población en todo sentido, no solo combatiendo casos de microtráfico, robos y hurtos sino que también, ayudará en el aspecto social de cada una de las barriadas caraqueñas.
Y en este punto es donde encuentro el detalle que me hace dudar acerca de esta nueva propuesta para proteger a los venezolanos. Tal vez en los países desarrollados sí funcione la posibilidad de “seguridad y ayuda social”, sin embargo, no creo que en Venezuela sea factible porque acá se han perdido los valores por un ser humano cuando te matan por un objeto de uso común. Por esa razón pienso que, más bien, se debería pensar “maquiavélicamente” y aplicar una táctica donde el “fin justifique los medios”. Ejemplo de ello sería la BOPE de Brasil, una unidad de operaciones especiales que entra a las favelas (barrios) a “limpiarlas” de narcotraficantes; allí no importa el sexo, la condición o la edad, simplemente los comandos hacen su trabajo en pro de una sociedad mejor. Estos militares son preparados como una de las mejores unidades élite del mundo; escalan, atraviesan ríos, practican más de diez tipos de artes marciales y tienen a su disposición todo tipo de armas y vehículos; de esta manera están capacitados para combatir el crimen eficazmente dejando tal vez para un futuro una problemática más manejable por la policía.
Y si hablamos de futuro, aún no se sabe qué va a pasar en el ámbito electoral del país después de ver el debate-ejercicio que realizaron el pasado lunes los pre candidatos presidenciales de la Mesa de la Unidad en la Universidad Católica Andrés Bello. Allí un exembajador ante la ONU, dos gobernadores, un exalcalde y una diputada trataron de exponer sus ideas ante el estudiantado sin llegar a propuestas claras de cuál sería su trabajo de llegar a ocupar la silla en el palacio presidencial.
El exembajador fue el más radical de todos al expresar que enviaría al actual Presidente ante la Haya por sus ataques constantes a los DD HH, uno de los gobernadores insistió en convertirse en un “verdadero padre de todos los venezolanos" mientras que el otro ratificó sus intenciones de progreso. La diputada con su discurso sobre educación y desarrollo económico para todos logró mejorar su imagen ante muchos (incluyéndome); finalmente el exalcalde no encontró su nicho al presentar una “mejor Venezuela” que parece utópica mientras se siga pensando que solo con el cambio de un Primer Mandatario este país puede salir de todos los problemas en los que está sumergido. Al parecer no entienden que hay que actuar y dejar de pensar, solo aplicar proyectos que sean creíbles y satisfagan a la población.
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